El equipo de lasdrogas.info me pidió un artículo sobre el botellón, que centré en los siguientes contenidos:
- la gente joven que practica botellón como nuevos chivos expiatorios en esa pulsión «humana, demasiado humana» (parafraseando al filósofo) por buscar culpables en vez de indagar en causas y responsabilidades;
- las incoherencias adultas a la hora de establecer medidas limitadoras que afectan a toda la población;
- el botellón como experiencia de décadas que, ya antes de la pandemia, practicaba una parte ni desdeñable ni mayoritaria de la sociedad joven;
- la necesidad de dotar de contexto a la percepción de los hechos si lo que se quiere es comprenderlos (si solo se pretende descargar rabia y miedo, es otro asunto);
- la precariedad y la incertidumbre como señas de identidad de una época de transición hacia… quién sabe dónde;
- el malestar emocional como reacción previsible al confinamiento;
- la búsqueda del encuentro con iguales como rasgo definitorio de la juventud (y del resto de humanas y humanos, en su medida);
- la exploración de respuestas equilibradas, basadas en la participación juvenil, si lo que se pretende es actuar con racionalidad (si lo que se desea es castigar a los díscolos, vamos por buen camino).
En definitiva, que mejor haríamos en ponernos las gafas jóvenes a la hora de interpretar situaciones y vivencias como la que nos ocupa, en vez de dejarnos arrastrar por los cantos de sirena de la debordiana «sociedad del espectáculo».
El artículo entero puede verse aquí.