Participación ciudadana: medios, fines y juegos

Participación ciudadana por medio de Lego Serious Play
La foto está tomada de la galería de Trev virar en Flickr

No pensaba escribir aún sobre la reunión celebrada el pasado 12 de marzo en Innobasque, como parte del proceso de elaboración del Libro blanco sobre democracia y participación ciudadana. Quería dejar pasar un tiempo para hablar de un concepto ajeno a la convocatoria pero bien presente en la sesión: la inteligencia espacial y, en general, las inteligencias múltiples de Howard Gardner. No pensaba hacerlo, pero después de leer los comentarios de varias de las personas que participaron (Iñaki Ortiz, Mentxu Ramilo, Julen Iturbe, Ana Viñals y M’Angel Manovell), me ha picado el gusanillo.

En primer lugar, me gustaría saludar la iniciativa. Me parece una propuesta interesante que ojalá contribuya a fortalecer una participación sobre cuyas limitaciones hay tantas quejas. En un momento en el que «lo público» vive tantas amenazas de desmantelamiento, explorar fórmulas para fomentar el poder de las personas para participar en la toma de decisiones, me parece imprescindible. En el ámbito sociosanitario en el que me desenvuelvo profesionalmente, ya apostábamos por la participación comunitaria en prevención de drogodependencias en los 90, como recordó Ricardo Sánchez Cano, de HZ Consultoría.

El papel del método

Quiero centrarme en un aspecto tangencial, que no tiene que ver con el tema específico de la sesión, pero que quizás sea más central de lo que parece: la dialéctica entre medios y fines. Vaya por delante que nunca había participado en una dinámica de Lego Serious Play. Ahora ya se que puede ser divertido. Y se también que requiere más tiempo del que en esta sesión pudimos dedicarle. Lo cual me lleva a preguntarme por el sentido del método.

A veces da la impresión de que el método se convierte en prioritario, hasta el punto de hacer olvidar los fines pretendidos. Esa fue una de las sensaciones con la que me fui de esta sesión. El tema, inspirador. La invitación, muy de agradecer. Las personas, interesantes. El espacio, correcto. El método, divertido. ¿El sentido de la sesión? Bueno, eso ya es harina de otro costal. Esta sesión era parte de un proceso más amplio, pero no me quedó muy claro qué lugar ocupaba en él. El resultado, dos o tres hojas del papelógrafo, a las que fueron a parar verbalizaciones  inspiradas (?) por Lego. No pude evitar irme con la sensación de que, en ocasiones, el medio se acaba convirtiendo en un fin en sí mismo.

Cocreando valor público / elkarrekin eraikiz, logotipo de la iniciativa
Cocreando valor público / elkarrekin eraikiz, logotipo de la iniciativa

Procesos y resultados

Soy consciente de la importancia de los procesos, y del modo en que pueden condicionar los resultados, pero prefiero conocer desde el principio el sentido que les atribuye la organización. Tampoco me quedó muy claro cómo se proponen procesar  los resultados de la sesión e integrarlos con el conjunto. Valoro que para hablar de participación se recurriera a un método participativo, pero no tengo claro que para ese viaje hicieran falta tantas… piezas. Si tienes dos horas para hacer una reunión y eliges un método que requiere varias horas más… ¿por qué ese método, que de entrada reconoces como desajustado? A veces parece haber cierto fetichismo metodológico, y parece que todo vale con tal de innovar (?)

Pues estas son mis reservas. Sin ánimo de molestar, que de sobra conozco las angustias que se viven organizando eventos.