Dejar de fumar en 6 posts (4/6)

Adiós al tabaco.
La foto está tomada de la galería de Mejilopezvazquez en Flickr.

En las tres entradas de esta serie publicadas hasta ahora, he comentado aspectos generales sobre la dependencia tabáquica, he escrito sobre la necesidad de listar los beneficios personales inmediatos de su superación (Paso 1) y sobre la necesidad de seguir un proceso organizado, sin dejar en manos del azar nada que sea controlable (Paso 2). Entrenamiento para preparar un día que finalmente tiene que llegar: el Día D en el que le dices adiós al tabaco. En esto voy a centrar esta cuarta entrada.

Paso 3: Elige bien el día

Si en algún tema es frecuente la procrastinación es en este que nos ocupa de dejar de fumar. Hay quién se lo propone, de hecho, cada 1 de enero, para descubrir después de Reyes que… «bueno, tampoco hay que sobreactuar; todo llegará». Y, claro, no llega. Y así un año tras otro. Como el inglés, el gimnasio… Es conocida la frase de Mark Twain: «dejar de fumar es fácil; yo ya lo dejé unas cien veces». Y, claro, así no hay manera de avanzar.

En este asunto del tabaco no queda más remedio que agarrar el toro por los cuernos y ponerse una fecha concreta, bien visible en el calendario (sí, Google Calendar también sirve, pero un calendario que esté a la vista, como un recordatorio público e inaplazable, tanto mejor). Ese es tu Día D, el día de tu compromiso. Todo lo comentado hasta ahora son preparativos para que ese día sea más probable que el desafío salga bien.

Tienes que elegir un día adecuado, en el que no preveas complicaciones extras o situaciones de estrés. No elijas el día en que te van a hacer una auditoría, ni el día en que vas a ver por primera vez en la vida real a ese chico que has conocido en una plataforma de contactos online, ni el día que presentas tu tesis doctoral, o tienes previsto pedir aumento de sueldo, o tu novia te ha dicho, de pronto, aquello de «cariño, tenemos que hablar» o …

Elige un día tranquilo. Tómate tu tiempo para decidirte, pero en cuanto lo elijas, ¡al calendario! Y ya no se admiten cambios (ya sabes, lo de hacerse trampas al solitario no funciona). Elegir bien el día no quiere decir demorar sine die la decisión. Cuidado con la procrastinación. Si a todos los días les ves problemas, es probable que estés procrastinando. En ese caso, quizás te convenga revisar los posts anteriores.

Bien, pues ya tienes planteado el desafío. Has llegado a la conclusión de que te merece la pena dejar de fumar. Has recopilado tus particulares motivos para hacerlo y los beneficios que esperas obtener. Has rediseñado tu ambiente para que, cuando llegue el momento, te recuerde lo menos posible el tabaco. Y te has propuesto dejarlo un día concreto que, además, has marcado en tu calendario y has hecho público.

¡Esto se anima! ¿No sientes como un hormigueo? Un amasijo de emociones que incluyen, entre otras, la ilusión por afrontar con éxito el reto que te has propuesto y el temor de no ser capaz de hacerlo. Ambos convivirán durante un tiempo, pero ha llegado el momento de pasar a la acción. Ya tienes tu Día D para dejar el tabaco. ¿Nervioso? En el próximo post veremos cómo afrontar esos nervios.